Add parallel Print Page Options

30 En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque la sabiduría que hay en mí sea mayor que la de todos los vivientes, sino para que yo dé a conocer al rey la interpretación y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.

31 »Tú, oh rey, mirabas y he aquí una gran estatua. Esta estatua, que era muy grande y cuyo brillo era extraordinario, estaba de pie delante de ti; y su aspecto era temible. 32 La cabeza de esta estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos eran de plata; su vientre y sus muslos eran de bronce;

Read full chapter